衰 (shuāi) — La belleza en la disolución

反者道之动;弱者道之用。
Fǎn zhě dào zhī dòng; ruò zhě dào zhī yòng.

“El retorno es el movimiento del Tao;
la suavidad es su modo de acción.”
Tao Te Ching, verso 40

Una visión taoista a Break It Down Again, de Tears for Fears, una canción que no celebra la ruina, sino el retorno: la disolución que permite volver a la esencia, al punto de equilibrio donde toda creación comienza.

1. El contexto: un renacer tras la ruptura

En 1993, Break It Down Again marcó el regreso de Tears for Fears después de una separación dolorosa. Curt Smith había dejado el grupo, y Roland Orzabal —solo por primera vez— publicó el álbum Elemental, un título que ya anuncia su intención de volver a lo básico, a lo primario, a lo esencial.

El propio Orzabal describió el disco como un proceso de purificación. Después de años de presiones comerciales, tensiones creativas y éxito masivo en los ochenta, Elemental fue una especie de catarsis: una demolición controlada.

No es casual que el primer sencillo se llame “Break It Down Again”: romperlo todo otra vez, volver a los elementos, a la fuente.

Break it down again
So those are my dreams, and these are my eyes
Stand tall like a man…

Estas líneas ya contienen un manifiesto: destruir no como negación, sino como acto de reconstrucción consciente. Una aceptación del cambio como parte natural del ciclo creativo y vital.

2. La destrucción como paso hacia la creación

El taoísmo enseña que todo surge, alcanza su punto máximo, decae y vuelve al vacío. Lao-Tzu lo expresa en el Tao Te Ching: “Lo que se expande debe primero contraerse; lo que se fortalece, debe primero debilitarse”.

La canción de Tears for Fears vibra en esa misma frecuencia: el reconocimiento de que la decadencia no es el fin, sino una forma más de belleza.

Hot tips for the boys,
fresh news from the force
They make no mention
of the beauty of decay…

Mientras el mundo se aferra al brillo del éxito, Orzabal señala lo que nadie quiere mirar: la belleza de lo que se desintegra, para poder dar paso a lo que viene…

Esa línea —“the beauty of decay”— condensa una sabiduría profundamente taoísta. Lo que muere, lo que se descompone, lo que se apaga, contiene en sí mismo la semilla de lo nuevo. En el Tao, el deterioro no es trágico; es el modo natural en que el universo recicla su energía.

Cuando la canción repite “Break it down again”, lo que pide no es destrucción ciega, sino retorno a la tierra, al polvo, a lo elemental. Es el ciclo de vida-muerte-renacimiento que impregna tanto el pensamiento oriental como la evolución creativa humana.

En términos taoístas, este proceso encarna el principio del wu wei: dejar que las cosas vuelvan a su equilibrio natural sin forzarlas. El artista no impone una nueva forma; simplemente permite que lo viejo caiga para que el nuevo orden emerja.

3. No temer al instante del quiebre

When it’s all mixed up,
better break it down.

Este verso es casi una instrucción espiritual. Cuando la vida se vuelve confusa —cuando los sueños, los miedos y las apariencias se mezclan—, el Tao aconseja detenerse, soltar, disolver. No para huir, sino para limpiar la mente, igual que el agua que se aclara cuando dejas de agitarla.

See for yourself,
you have been sitting on a time bomb.

El “time bomb” es la tensión acumulada, la resistencia al cambio. En el Tao, todo lo que no fluye se corrompe; lo rígido termina quebrándose. El llamado es a romper antes de estallar, a elegir conscientemente la disolución en lugar de esperar la destrucción forzada.

4. La esperanza en el colapso

All the love and all the love in the world
Won’t stop the rain from falling.

No importa cuánto amor, éxito o control tengamos: el cambio es inevitable. La lluvia caerá, los ciclos seguirán, las estructuras se desharán.

Pero en esa impermanencia hay serenidad. El Tao enseña que el sabio no teme el fin de las formas, porque entiende que lo esencial —el Dao, el flujo— nunca muere.

En Break It Down Again, esa aceptación se vuelve celebración. El ritmo ascendente, casi exultante, no suena a lamento sino a liberación. Es la alegría de quien comprende que destruir también es crear. Que cada colapso es una oportunidad de volver a ser elemental, de renacer sin adornos, sin máscaras.

5. ¿Triunfo? ¿Fracaso? Es temporal: el ciclo sin fin

El álbum Elemental cierra su círculo en esa idea: todo proceso creativo es un ciclo eterno de construcción y descomposición. La obra, el artista, la relación, el yo… todos deben romperse periódicamente para mantenerse vivos.

Desde la mirada taoísta, Break It Down Again no es solo una canción pop; es un himno al equilibrio dinámico del universo.

El Tao no teme al caos: lo abraza.

Lo que parece destrucción es, en realidad, el movimiento necesario hacia un nuevo orden.

6: El Tao detrás del pop

En última instancia, Break It Down Again expresa una verdad central del Tao:
nada realmente se pierde: solo cambia de forma.

Cuando el orden se disuelve,
el camino se revela.
Destruir no es negar,
sino honrar el ciclo de la existencia.

Orzabal no canta para derribar, sino para permitir que la energía vuelva a circular. Y en esa corriente —en esa beauty of decay— encontramos la enseñanza más profunda:

todo lo que se descompone está, en realidad, volviendo a la vida.

Disfruta de esta versión extendida, una explosión visual!!

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